Ante la urgencia climática, los gobiernos subnacionales en México se enfrentan a la necesidad de implementar proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático que sean sostenibles, inclusivos y con perspectiva de género. La Comunidad Climática Mexicana (CCM) surgió como una iniciativa para fortalecer las capacidades y conocimientos para el diseño e implementación de acciones climáticas a nivel municipal y estatal. En este marco, y como parte de su ‘Acompañamiento técnico y financiero a proyectos climáticos subnacionales’ en el que participaron 12 proyectos subnacionales de los sectores agua, energía, residuos, soluciones basadas en naturaleza, y transporte, la CCM llevó a cabo la Primera Cumbre de Financiamiento Climático Subnacional el 10 de septiembre de 2024.
El evento fue un foro único para que representantes de proyectos subnacionales, personas expertas y entidades financieras pudieran intercambiar ideas y explorar oportunidades de financiamiento. El objetivo de esta Cumbre fue presentar los proyectos climáticos de los gobiernos subnacionales que participaron en el Acompañamiento de la CCM, ante diversas instituciones y especialistas que dieron sus recomendaciones para su fortalecimiento y facilitar su acceso a financiamiento. Las recomendaciones, dirigidas a nueve de estos proyectos, abarcan aspectos esenciales como el financiamiento, la sostenibilidad, la gestión de riesgos, planificación y normativa.
Entre las organizaciones especializadas e instituciones financieras que participaron, se encuentran: A|911, Banco Multiva, Banco Mundial, Bloomberg Philanthropies, Centro Mario Molina (CMM), Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE), Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), FINSOLAR, Gobiernos Locales por la Sostenibilidad (ICLEI), Gobierno del Estado de Chihuahua, Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), Nacional Financiera (NAFIN), Net Zero Cities (USAID), Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ) y Water Connect.
A continuación, se presenta una síntesis de estas recomendaciones, las cuales tienen el potencial de ser aplicadas en una amplia gama de proyectos climáticos subnacionales de distintos sectores, contribuyendo a la creación de iniciativas resilientes y alineadas con el objetivo global de limitar el calentamiento global a 1.5°C.
Eficiencia y sostenibilidad:
- Incluir indicadores claros de sostenibilidad y racionalidad climática, como aquellos relacionados con la Taxonomía Sostenible de México, para medir el impacto y asegurar el cumplimiento de los objetivos climáticos.
- Priorizar la eficiencia energética y el manejo adecuado de recursos antes de expandir o sobredimensionar infraestructuras, considerando escenarios de impacto ambiental previo a avanzar con grandes inversiones.
- Mitigar costos y riesgos mediante encuestas de sensibilización a las comunidades afectadas, asesoría técnica a los equipos implementadores y la evaluación cuidadosa de contratos y tecnologías involucradas en los proyectos climáticos.
Financiamiento y viabilidad económica:
- Definir explícitamente el tipo de financiamiento necesario, ya sea fondo perdido, préstamo o financiamiento recuperable, asegurando que los costos operativos estén incluidos en los cálculos financieros.
- Evaluar la capacidad de pago de los proyectos para garantizar su viabilidad a largo plazo, explorando opciones como fondos y fideicomisos que puedan apoyar estudios de capital .
- Incorporar fuentes claras y sostenibles de repago, como impuestos, tarifas o esquemas de cobro por servicios, para atraer inversión privada y asegurar la continuidad financiera.
- Contemplar la vida útil de la infraestructura o tecnología requerida para prever los posibles costos de su renovación dentro del contrato con proveedores.
Impacto social y equidad
- Fomentar la equidad en el acceso a recursos esenciales como el agua, implementando mecanismos de medición con tarifas diferenciadas para proteger a grupos vulnerables como personas de bajos ingresos, mujeres, comunidades rurales o indígenas, personas con discapacidad, personas adultas mayores y migrantes.
- Ampliar el alcance territorial de los proyectos para maximizar su impacto social, asegurando beneficios como la mejora de la movilidad y la inclusión de comunidades vulnerables a partir de procesos de participación ciudadana.
Comunicación y capacitación:
- Desarrollar estrategias de comunicación y capacitación dirigidas a beneficiarios y clientes potenciales, asegurando que comprendan los beneficios y las responsabilidades asociadas a los proyectos climáticos.
- Involucrar a actores clave en todas las etapas del proyecto para garantizar su éxito, desde la planificación hasta la implementación y seguimiento.
Gestión de riesgos:
- Desarrollar diagnósticos previos para identificar y mitigar riesgos ambientales y sociales, tales como inundaciones, contaminación y otros impactos climáticos.
- Establecer estrategias de manejo de riesgos internos, como incendios o fallas en infraestructuras, para minimizar posibles daños y garantizar la resiliencia de los proyectos.
Planificación y normativa:
- Asegurar que los proyectos cuenten con los permisos y normativas alineados con sus objetivos, incluyendo la aprobación necesaria a nivel municipal y estatal antes de avanzar en etapas de financiamiento.
- Planificar adecuadamente el suministro de recursos y tecnologías necesarios para la implementación del proyecto, considerando siempre las regulaciones y normativas aplicables y que idealmente provengan de proveedores con certificaciones de sustentabilidad.